Los poros abiertos no vuelven a cerrarse luego de que la piel se ha maltratado o en cuanto la capacidad regenerativa del cuerpo se haya reducido. Para recuperar la tensión y textura de la piel, conviene estimular el crecimiento de nuevos tejidos. El laser CO2 es una herramienta excelente para recuperar la apariencia original de la piel, sin embargo multiples opciones se pueden considerar dependiendo del caso y de la profundidad de los poros.